Los Acustiquísimos de Zahara son mucho más que un simple concierto acústico: constituyen una experiencia íntima, reveladora y profundamente honesta que muestra a la artista de Úbeda en su estado más puro. En este formato, Zahara se despoja de todo artificio para enfrentarse al escenario con lo esencial: sus guitarras, pedales, un piano y algunas percusiones. A partir de ahí construye un espectáculo técnicamente minucioso y, al mismo tiempo, emocionalmente arrollador, en el que por momentos parece estar acompañada por toda una banda, aunque en realidad todo surge de ella y de su capacidad de multiplicar texturas sonoras en directo.